VILLORIA es una localidad de la provincia de Salamanca del partido judicial de Peñaranda de Bracamonte. Situada al NE de la capital de provincia de la cual dista 30 km. Está a una altitud de 812 metros. El término municipal tiene una extensión de 32 kilómetros cuadrados y una población de 1.423 habitantes. Forma parte de la comarca de la comarca de Las Villas, enclavada entre las comarcas de La Armuña y Campo de Peñaranda.
Su término esta atravesado por arroyos y barrancos.
La principal actividad de sus habitantes es la agricultura y ganadería. Entre los productos que se cultivan cabe destacar los cereales, la patata, la remolacha y algunos productos de huerta. Existe terreno de regadío gracias a las aguas que aporta el Canal de Villoria y a numerosos sondeos.
No existen industrias que destacar. Una buena parte de los obreros se dedican a la construcción en la misma localidad o en sus alrededores e incluso hasta en la capital.
Puede ser interesante la visita de la iglesia parroquial con mezclas de varios estilos destacando el ábside de estilo mudéjar.
IGLESIA PARROQUIAL DE SAN PEDRO
La iglesia parroquial de San Pedro es una construcción originalmente románico-mudejar, fechable en la primera mitad del Siglo XIII presentando numerosos problemas de interpretación debido entre otras cosas a las numerosas modificaciones que experimentó en los siglos XVI y XVII.
La planta primitiva era una corta nave terminada en capilla formada por un profundo presbiterio y ábside semicircular, en el otro extremo hay una torre cuadrada que sirve de campanario. Más tarde se le añade una nave a cada lado de la principal.
El muro exterior del ábside es exocéntrico; respecto al interior le falta bastante para desarrollar los 180º del medio punto. Entre ambos muros hay un amplio espacio ocupado en su parte alta por una galería a la que se accede a través de una escalera.
El ábside edificado sobre un alto zócalo de sillería, se decora con ocho arcadas ciegas y apuntadas que cobijan otras análogas más pequeñas así como un friso de esquinillas en el tímpano que queda entre ambas. Rematan el conjunto frisos alternados entre esquinillas y sardinillas. La misma decoración se repite en los muros del presbiterio (tres arcadas al sur y dos al norte).
El muro occidental de la torre se decora con tres grandes arcadas de medio punto que al entrecruzarse determinan otras francamente apuntadas. En su parte alta se abren huecos para las campanas. En el interior el arco triunfal se sustituyó en el siglo XV por otro gótico de tipo borgoñón con exuberante decoración. El presbiterio se cubre con bóveda de cañón muy apuntada que arranca en una imposta. El ábside tiene bóveda de horno apuntada. Preside el retablo mayor, fechado en 1796, un Cristo del siglo XV. La nave central se cierra con bellísima armadura mudéjar, construida en 1570 y decorada con pintura negra.